Carta 14 (16 de Enero)

 


16 de Enero del 2024

Cartagena, Colombia

Extraño. Imposible. Odiado. Amado. Olvidado.

Extraño:

Me es imposible convencerme de que tu voz y tu imagen son lo mismo. Son dos versiones extrañas de ti, desconocidas, desalmadas en aquella estructura extraña. Eres uno al que veo y otro al que escucho; ninguno de los dos al que busco, al que espero. Has cambiado, te has marchado, me has dejado.

Dime, ¿me percibes de la misma forma? No me siento tan diferente. De cualquier manera, lo único que importa es que te quiero. Te quiero tanto. Algo más limpio, más sincero y tranquilo. Es un «te quiero» de resignación, por supuesto, uno que digo en voz baja. Uno que no comparto más que contigo y conmigo. Es un «te quiero» de momentos, de cuando miro a la calle y te imagino; es uno de cuando suena la música y te siento. Uno tan grande que se queda pequeño en el universo de los «te quiero». Me parece mejor de esa manera: querernos en silencio, suplicantes y apasionados.

Quizá te estás fracturando, haciéndote pedazos hasta que solo quede aquel «te quiero» sin dueño, flotando en el tiempo.

Extraño: Un amor extraño, de las personas que pierden la memoria, pero no olvidan que alguna vez amaron. Te has quedado más tiempo del que dispuse, del que deberíamos querernos. He gastado tantos pensamientos en esto y en aquello. Ahora me siento en un limbo, ¿qué tendrías para decirme?

          Aguardando una respuesta,

          Siempre tuya.

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