Carta 13 (10 de Enero)




10 de Enero del 2024

Cartagena, Colombia

Querido mío:

Mis otras cartas tienen en común algo: siempre te aseguro que será la última, pero, como ha quedado en evidencia, vuelvo a estar aquí, en el mismo punto suspensivo.

Tú, punto de inicio y final. Tú, eres tú.

Te extraño tanto, apenas soy capaz de soportarlo. Estoy corriendo en círculos y perdiendo una carrera terminada, pero me resulta imposible detenerme. Ya nada es lo mismo, querido.

Nos ha quedado una extraña confidencia, casi como un dolor pasajero que no llega a serlo al final del día. Somos nosotros, los extraños de ahora y no los amantes de antes; somos nosotros, los olvidados, los solitarios, los que quieren a otros y añoran el «nosotros». Somos nosotros, dos piezas que encajan a la perfección, pero que no corresponden en el puzzle. Condenados a observarnos desde la distancia, tan aterradora como el hecho de no estar juntos.

Querido mío; mi amor. Te echo tanto de menos. Te extraño en la misma medida en que te quiero y en la que te olvido. Sé que esto terminará destruyéndome, de cualquier forma, prefiero tenerte de algún modo a no tenerte. Quiero tenerte y besarte y tocarte y amarte. Quiero, quiero, quiero.

Muchas veces siento que no nacimos para estar juntos y solo nos aferramos a un error de tiempo y espacio. Perdóname si sueno demasiado intensa, pero estoy aprendiendo que tú y unas cuantas copas de vino no son una buena combinación. Solo quería ser honesta por un momento, permitirme ser honesta contigo y conmigo. Ser honesta querido, honesta del amor, del dolor. Honesta de ti y de mí.

Te espero, guardando ese hueco que te corresponde en mi pecho.

          Condenada a la vida, pero tuya en la eternidad.   

Comentarios