Carta 3 (18 de Agosto)
18 de Agosto del 2023
Bogotá, Colombia
Querido
mío:
Hoy
se cumple una semana sin tener noticias tuyas. No estoy preocupada porque en el
fondo conozco los motivos, aunque debo admitir que sí estoy triste. No sé si es
el peso de los días o quizá simplemente la rutina desgastante. Imagino que te
preguntarás qué tiene esto que ver contigo. La respuesta, querido, es todo.
Todo tiene que ver contigo.
¡Contigo
y con la lejanía! Contigo y con la ausencia, con el silencio, con todo lo que
me guardo.
Por
las noches no puedo dormir, porque cuando cierro los ojos, son los tuyos los
que veo. Porque estás, querido, estás para no estar sino para atormentarme.
Eres un verdugo terrible, cariño. Me has envuelto en tus mentiras, y aun
sabiendo que lo son, he caído rendida en los brazos de esta ilusión abrumadora.
No quiero tener que olvidarte y pensar en alguien más cuando escuche la palabra
«amor». Pero las horas en silencio están haciendo de las suyas; corriendo en
contra del inminente destino.
Lo
conoces, ¿verdad?
Somos
tú y yo, mirándonos desde dos esquinas diferentes de una misma sala, sujetando
otras manos, sintiendo el pecho adolorido y el alma arrepentida. Sabiendo que
dejamos pasar la oportunidad de ser felices. Felices tú y yo, porque somos el
uno para el otro, aunque ahora estemos en esta situación. Quiero culpar al
destino, pero sé que tú tienes más culpa. Yo lo intento, hago mi parte, en
medio de tanta necedad, pero tú querido, marchas atrás, dando saltos que solo
te alejan de mí, de nosotros, de los que debemos y aun no somos.
No
entiendo a qué le tienes miedo; recuerda que todos los caminos terminan por
orillarnos a un precipicio. Cae conmigo y no perdamos el norte, aunque la
tormenta sea feroz, mientras mantengamos la promesa de no separarnos, cualquier
lugar es bueno para morir. Como en tus brazos, por ejemplo.
Los
cobardes nunca llegan a marte, amor.
Con
duda y estima, siempre tuya
A.D.I
Foto: Pinterest

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